La Policía Municipal de Bilbao detuvo recientemente a tres individuos de 35, 37 y 44 años, originarios de Guinea Bissau, acusados de integrar la principal banda de traficantes de heroína del norte de España y del sudeste de Francia. Las fuerzas de seguridad se incautaron de 14 kilogramos de droga de gran pureza.

Ahora se ha sabido que las ayudas sociales repartidas a diestro y siniestro por el Gobierno de Iñigo Urkullu, que han financiado la actividad de varios terroristas islamistas instalados en el País Vasco, también han servido para financiar la actividad delictiva de estos traficantes de estupefacientes.

Según publican varios periódicos del grupo Vocento, estos tres individuos, mientras se embolsaban importantes cantidades de dinero con el negocio de la droga, se beficiaban de la RGI (Renta Garantía de Ingresos), así como de otras ayudas complementarias a la vivienda. En total, casi 875 euros mensuales por cabeza. Mientras recibían esta cantidad de los fondos públicos, los traficantes se desplazaban por la capital vizcaína en vehículos de lujo, mantenían alquilados tres pisos de seguridad y guardaban en ellos casi 10.000 euros en metálico.