Miércoles, 05 de Noviembre de 2025

Actualizada Martes, 04 de Noviembre de 2025 a las 16:20:25 horas

Tienes activado un bloqueador de publicidad

Intentamos presentarte publicidad respectuosa con el lector, que además ayuda a mantener este medio de comunicación y ofrecerte información de calidad.

Por eso te pedimos que nos apoyes y desactives el bloqueador de anuncios. Gracias.

Continuar...

La Tribuna del País Vasco
Domingo, 12 de Febrero de 2023 Tiempo de lectura:

Ovnis: una preocupante amenaza para la seguridad

Hace unos meses, el informe preliminar finalmente elaborado por el Director de Inteligencia Nacional de Estados Unidos sobre "los datos e inteligencia de fenómenos aéreos no identificados" recopilados por la Oficina de Inteligencia Naval, el Programa Avanzado de Identificación de Amenazas Aeroespaciales (AATIP), el FBI y otras agencias de inteligencia, dejaba una cosa clara: el Pentágono reconocía que no tiene explicación para más de un centenar de los casos ovnis estudiados y admitía algo que resulta mucho más preocupante: que, al parecer, no tiene superioridad aérea en su propio territorio.

 

[Img #23683]Si se descartan los fallos tecnológicos en las observaciones o los casos de avistamientos de presuntos ovnis que pueden derivarse de fenómenos atmosféricos mal interpretados, los 144 fenómenos aéreos no identificados (UAP) sucedidos en Estados Unidos entre 2014 y 2021 y ahora estudiados preliminarmente por el Director de Inteligencia, y para los que el Pentágono declara no tener una explicación efectiva, solamente pueden adjudicarse a otros tres tipos de motivaciones, tal y como reconoce el propio documento: que las decenas de avistamientos llevados a cabo por el Ejército de EEUU sean nuevos desarrollos probados por el propio Pentágono o por otras organizaciones estadounidenses; que se trate de tecnologías disruptivas y desconocidas construidas por países enemigos de EEUU, como Rusia o China, o que se trate de máquinas impulsadas por adversarios desconocidos para cuya comprensión el propio Pentágono reconoce que necesita de “conocimientos científicos todavía no disponibles”.

 

El citado informe reconocía que no hay ningún motivo para creer que los ovnis estudiados se traten de vehículos de observación o combate desarrollados por Estados Unidos, y con la misma firmeza asumía como poco probable que estemos hablando de sofisticadas tecnologías diseñadas por países u organizaciones enemigas. Y es que resulta muy difícil creer que países como China o Rusia hayan dado repentinamente un salto de 100 años en su tecnología militar, y que, además, hayan dispuesto de esas herramientas de combate desde, al menos, comienzos de la década de 2000, lo que representaría un fallo colosal, catastrófico y sin precedentes del desarrollo militar y de la Inteligencia de Estados Unidos, que actualmente, dándose estas circunstancias, tendría que estar sumida en el más intenso pánico. Por otro lado, disponer de esa tecnología tan avanzada desde la década de 2000 implica que China o Rusia habrían comenzado a desarrollarla como muy tarde en la década de los noventa del pasado siglo XX. Dado el estado político y económico de ambos países en aquel momento histórico, y el hecho de que China solo recientemente haya presentado su nuevo avión de combate J-20 (ampliamente considerado como un diseño pobre construido sobre tecnología estadounidense robada), y que el presupuesto militar de Rusia apenas es solamente un 10% del gasto militar estadounidense, resulta muy difícil aceptar esa explicación.

 

En este marco, durante las últimas horas, el Departamento de Defensa de EEUU parece haber derribado al menos dos objetos voladores no identificados sobre su territorio (en Alaska y en Montana). Ahora, el Gobierno norteamericano, y el Ejecutivo canadiense, que también parece haber abatido otro elemento volador desconocido, deben aclarar a qué se están enfrentando.

 

Y es que si los fenómenos aéreos no identificados no son tecnología de origen estadounidense y tampoco parece probable que se traten de tecnología de ataque extranjera, solamente queda otra posibilidad plausible. Como ya señaló el escritor Arthur Conan Doyle, “una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad". Y lo que resulta terriblemente preocupante es que la Dirección de Inteligencia de Estados Unidos, un país a la vanguardia en inversión en Defensa, considere que la seguridad de su espacio aéreo no está garantizada, que se ve totalmente quebrada en demasiadas ocasiones y que, realmente, no tenga ni idea de cómo enfrentarse a ovnis que “parecen exhibir características de vuelo inusuales como permanecer estacionarios con vientos en altura, moverse contra el viento, maniobrar abruptamente o moverse a una velocidad considerable sin medios de propulsión discernibles”.

Portada

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.