El último Proyecto de Ley de Financiación de la Defensa, aprobado por la Cámara de Representantes de Estados Unidos, incluye una disposición que establecería la creación de una nueva oficina para investigar el fenómeno ovni. Si la Ley de Autorización de la Defensa Nacional de 2022 es aprobada por el Senado y sancionada por el presidente Joe Biden, debería ponerse en marcha la creación de una nueva oficina de análisis UAP (fenómenos aéreos no identificados- en inglés -) en un plazo máximo de 180 días desde la promulgación de la nueva norma. La oficina se encargaría de establecer los procedimientos para que el Departamento de Defensa recoja y analice los informes sobre “fenómenos aéreos no identificados”, u objetos voladores no identificados (OVNIS). También evaluaría los vínculos entre esos fenómenos y los gobiernos extranjeros, trataría de averiguar si los avistamientos constituyen una amenaza para Estados Unidos, e informaría sobre los fenómenos cada año al Congreso, debiendo presentar el primer informe antes del 31 de diciembre de 2022.

(*) Los suscriptores del Club de Lectores de La Tribuna del País Vasco pueden solicitar una copia íntegra del Proyecto de Ley de Financiación de Defensa USA a través de los canales habituales.

Pero, especialmente, entre los deberes de esta oficina recién aprobada por el Congreso USA, destacan dos que han llamado especialmente la atención: "Informar sobre cualquier esfuerzo en curso sobre la capacidad de capturar o explotar fenómenos aéreos no identificados" y "Evaluar los efectos relacionados con la salud de las personas que se han encontrado con fenómenos aéreos no identificados". Esto implica, por un lado, que el Congreso de Estados Unidos considera seriamente la posibilidad de que ovnis, o restos de ovnis, se encuentren en manos de actores públicos o privados norteamericanos. Por otra parte, parece que la Cámara legislativa también entiende la posibilidad de que el avistamiento o la cercanía a los ovnis puede provocar determinadas consecuencias para la salud de los observadores.

La disposición fue elaborada por el representante Ruben Gallego (Demócratas de Arizona), que considera que el sistema actual de análisis de estos fenómenos es insuficiente. “Es de interés para la seguridad nacional de Estados Unidos saber lo que está volando en nuestros cielos. Tanto si se trata de tecnología emergente de competidores y adversarios estratégicos como de fenómenos aéreos de origen desconocido, nuestros militares deben tener una visión completa de la inteligencia y las herramientas para responder rápidamente a estas amenazas potenciales”, dijo Gallego en una declaración este mes.

“Ha habido una falta total de enfoque en todo el aparato de seguridad nacional para llegar realmente a lo que está sucediendo aquí”, ha añadido. “Creo que ha habido una especie de afán parcial de curiosos que están dentro del Departamento de Defensa, pero no ha habido ninguna iniciativa profesional en toda la empresa de defensa (…) para que realmente podamos tomar algunas decisiones deliberadas y con conocimiento de causa”.

El Gobierno de EE.UU. publicó en junio un informe sobre fenómenos aéreos no identificados. El informe de nueve páginas revisaba 144 observaciones que se remontaban a 2004. Los funcionarios del Ejecutivo norteamericano señalaron taxativamente que los fenómenos “plantean claramente un problema de seguridad de vuelo y pueden suponer un reto para la seguridad nacional de EE. UU.”