Jueves, 06 de Noviembre de 2025

Actualizada Jueves, 06 de Noviembre de 2025 a las 10:44:14 horas

Tienes activado un bloqueador de publicidad

Intentamos presentarte publicidad respectuosa con el lector, que además ayuda a mantener este medio de comunicación y ofrecerte información de calidad.

Por eso te pedimos que nos apoyes y desactives el bloqueador de anuncios. Gracias.

Continuar...

Pedro Chacón
Domingo, 04 de Diciembre de 2022 Tiempo de lectura:

Crónicas políticas de Valdegovía (II)

El primer alcalde de Valdegovía al inicio de la Transición fue, como dijimos en el capítulo anterior, José María Beltrán de Salazar, por el PNV. Este edil estuvo al frente del municipio en dos legislaturas, la de 1979 a 1983 y la siguiente hasta 1987. Hay una entrevista muy curiosa con él en El Correo (entonces era El Correo Español – El Pueblo Vasco) de fecha 14 de marzo de 1984, donde aparece sosteniendo entre los dedos el cigarrillo que está fumando y con el pulgar de dicha mano apoyado entre los labios, imagen que le da un aire un tanto despistado o contrariado, no sabría cómo definirlo. La entrevista está encabezada por una frase del alcalde que dice: “Valdegovía se está convirtiendo en un Coto de Doñana o en una Siberia”, aludiendo a la pérdida progresiva de población y de actividad económica en la zona. Hay algunas respuestas que son verdaderamente llamativas y que darán pie a una “carta al director” de un vecino de Valdegovía, que pone el acento en las “boutades” de su alcalde. Por ejemplo, el alcalde dice: “Los habitantes de Valdegovía fuimos unos calzonazos. La culpa de que estemos como estamos la tiene exclusivamente el Valle”. Aquí también se dice (estamos en 1984), que el municipio se compone de 33 núcleos urbanos, tres de ellos deshabitados, encuadrados en 28 juntas administrativas o concejos abiertos (nosotros hemos dado los datos actualizados de 30 y 23 respectivamente, señal de la decadencia poblacional experimentada en estos últimos cuarenta años).

 

Probablemente la declaración más chocante de toda la entrevista viene cuando habla de una de las consecuencias de la despoblación del municipio, relacionada con la falta de juventud o de alumnos en edad escolar, para alcanzar los mínimos exigidos por el departamento de educación para impartir los diferentes niveles de enseñanza o ciclos formativos: “La escuela de FP fue un intento desesperado de conseguir que los jóvenes no se fueran a estudiar a Vitoria. Pero tenemos el problema de que no está considerado un centro oficial, porque el Gobierno vasco nos exige un mínimo de veinte alumnos durante tres años. Si en este valle no hacemos parir a las abuelas nunca conseguiremos reunir estos requisitos”.

 

El alcalde también da una pauta de vida para las personas de la tercera edad del municipio. Dice el entrevistador que “según el alcalde nacionalista, Beltrán de Salazar, la felicidad de los numerosos anacoretas sexagenarios y matrimonios de ancianos que pueblan Valdegovía, reside en la ambición de conseguir la jubilación anticipada a los sesenta años y dedicarse a vivir”. Y en palabras del propio alcalde: “La felicidad aquí consiste en vivir tranquilos –puntualiza– sin televisión, ni radio y teniendo el convencimiento de que nuestros hijos se pueden presentar desde Bilbao o Vitoria en menos de media hora, cuando tenemos algún problema”.

 

Y, para terminar, en cuanto a la distribución de los recursos económicos, el entrevistador hace la siguiente consideración: “A pesar del recortado presupuesto, de la depresión económica, y de la falta de infraestructura industrial que sufre el Valle, la Corporación y sus habitantes no se quejan. Consideran a la Diputación como a una buena madre y se hacen responsables de la actual situación.” Pero el alcalde lo expresa de esta curiosa y, en cualquier caso, inapropiada manera: “La Diputación es una madre bondadosa que tiene la desgracia de poseer unos hijos subnormales en Valdegovía”.

 

A propósito de esta sarta de comentarios, cuando menos insólitos, hubo una “carta al director” del mismo medio donde salió esta entrevista –El Correo–, de fecha 28 de marzo de 1984 (recordemos que la entrevista era del 14 de marzo), titulada “Afán de autobiografía”, firmada por Anselmo Fernández de Pinedo, y que reproducimos íntegra a continuación por, a nuestro juicio, lo bien y atinadamente que está escrita:

 

“Soy natural de Villanueva, pueblecito alavés que constituye la capitalidad del Ayuntamiento de Valdegovía, acerca del cual, su primer mandatario e ínclito alcalde se permite verter (a través de una declaración en El Correo Español-El Pueblo Vasco, de 14-3-84) una serie de desafortunadas manifestaciones que he leído con verdadero estupor, pero, sin llegar a sentir la indignación de otros muchos, porque la fotografía que acompaña a sus manifestaciones es harto representativa en su jocosidad al adoptar la infantil postura de chuparse el dedo, lo que parece significar y anunciar que va a decir lo que habitualmente hacen los chupones de pulgar... ¡Caca! No obstante, esta pretendida irresponsabilidad, me creo en la ineludible obligación de aclarar conceptos, porque, necesariamente, en el ánimo de quienes desconociéndonos hayan leído sus aseveraciones, tienen que haber quedado en la convicción de que Valdegovía es una zona de trogloditas. A este objeto, sólo a éste y para procurar desvanecer la impresión que su patética descripción de nuestras peculiaridades haya podido producir, contesto. Dice: «Los habitantes de Valdegovía fuimos unos calzonazos...» Afán de autobiografía. Dice: «El agua sigue saliendo de los manantiales...» Esta genialidad y clarividencia se puede tener sin ser alcalde, sólo con ser perogrullo. Nosotros, por esa circunstancia, damos gracias a Dios y nos sentimos orgullosos de su prolijidad, exuberancia y pureza. Las mejores de ellas han sido conducidas a nuestras casas. Dice: «Si en este Valle no hacemos parir a nuestras abuelas...» Disponga de la suya. Para las nuestras le agradeceríamos más respeto. Dice: «[La felicidad de] los numerosos anacoretas sexagenarios y matrimonios ancianos que pueblan Valdegovía, reside en la ambición de conseguir la jubilación anticipada a los 60 años y dedicarse a vivir...» Creo que desconoce totalmente la idiosincrasia de sus paisanos, de lo contrario, sabría que ese sexagenario inmerecidamente vilipendiado por él, no es ningún anacoreta, ni precisa de ninguna penitencia. Por otra parte, dista mucho de ser un vago contumaz que cifre su ilusión en una prematura liberación de sus obligaciones laborales, tanto más, que ni las considera como tales, sino como auténticas devociones, de las que ni se inhibe, ni procura soslayar. En la mayoría de los casos la época de actividad real, es muy superior a la preceptiva. Dice: «La felicidad, aquí, consiste en vivir tranquilos sin televisión ni radio...» Craso error. Absoluto desconocimiento, ya que no quiero pensar en manifiesta y malintencionada deformación. No creo que una sola familia de oriundos carezca de ambos y de las mejores características. Dice: «Teniendo el convencimiento de que nuestros hijos se pueden presentar desde Vitoria o Bilbao en menos de media hora...» ¡Claro que sí! Eso nos satisface enormemente, porque el Valdegovía ancestral que parece desdeñar, permite que les ofrezcamos esos manantiales cristalinos, esos ríos incontaminados poblados de exquisitas truchas, esos paisajes ubérrimos con perdices, liebres, conejos, jabalíes, etc. Todo ello nos permite constituirnos en un pequeño pulmón de las ciudades en que viven ellos y otros, a quienes de todo corazón se lo ofrecemos. Dice: «La escuela concentrada, ubicada en Villanueva, acoge a 90 alumnos, algunos procedentes de Vitoria y Miranda...» Me consta que son más de 100 y ninguno trasladado de las mencionadas ciudades. Sé que de ella salen con excelente preparación, demostrada a través de sus accesos a estudios superiores. Bien es verdad que carecemos de algún importante servicio, por ejemplo: El enfermo que va a la consulta médica es muy posible que tenga que esperar en la calle. Otro: Disponíamos de un servicio diario de autobuses a Vitoria, con combinación para Bilbao y Miranda y ha desaparecido. Curiosamente el alcalde no hace ninguna alusión a estos temas que atañen precisamente a los más necesitados. ¿Por qué será? El artículo finaliza diciendo: «la Diputación es una madre bondadosa, que tiene la desgracia de poseer unos hijos subnormales en Valdegovía». Puede que en su fuero interno haya llegado a esta conclusión, al deducir: Me han votado. ¡Tienen que ser!”

 

Don José María Beltrán de Salazar Varona falleció en Vitoria el 24 de marzo de 2015 a los 83 años de edad. Por su parte, Don Anselmo Fernández de Pinedo Pinedo falleció también en Vitoria el 28 de marzo de 2003 curiosamente a la misma edad que el anterior, con 83 años. La carta al director que acabamos de reproducir la escribió, por tanto, a los 64 años, mientras que el alcalde tenía entonces 52. Descansen en paz los dos.

 

Vamos a incorporar a continuación, recordando a Don Anselmo Fernández de Pinedo Pinedo, los apellidos del mismo tipo que el primero suyo, que pasarán a integrarse en el Diccionario Achicallende de apellidos mixtos vasco-castellanos que estamos elaborando en esta serie. Lo que pasa es que Pinedo (también segundo apellido de este señor), aunque a nuestro juicio es vasco, porque un concejo de Valdegovía precisamente se llama Pinedo y está cerca de Valpuesta, por la parte de Valdegovía que da al valle de Valderejo, en cambio no es eusquérico y nuestro Diccionario Achicallende está pensado precisamente para recoger los apellidos mixtos de eusquérico y castellano que rebatan así la cerrazón con la que Sabino Arana solo consideraba apellidos vascos a los procedentes del eusquera. Ello no quita para que, por su origen y formato, Fernández de Pinedo sea un apellido alavés de pura cepa, lógicamente. La prueba está en que el apellido Pinedo, que aparece enormemente extendido por toda España (también hay una localidad llamada así en Valencia), con 3450 portadores de primer apellido y 3627 de segundo y está presente en 44 provincias españolas, donde más aparece con diferencia, después de Madrid, es en Álava y Vizcaya, por este orden, de donde se deduce su oriundez alavesa y vasca. Por tanto, con Fernández de Pinedo tenemos 315 personas apellidadas así de primero y 250 de segundo, de las cuales la mitad, aproximadamente, residen en Álava (otra prueba irrefutable de su oriundez) y el resto, por este orden, en Vizcaya, Madrid, Guipúzcoa, Burgos, Barcelona, Navarra y La Rioja. Lo mismo pasa con el apellido Fernández de Navarrete. Tiene 32 portadores de primer apellido y 27 de segundo y la mayoría están en Madrid. Aunque Navarrete no está en el Nomenclátor tampoco, sí lo está Navarro y consideramos Navarrete derivado. El Querexeta sí incluye Navarrete como apellido vasco. Pero pasa como con Pinedo, que no es apellido eusquérico.

 

Y aquí van todos los “Fernández de”, aparte de Fernández de Pinedo y Fernández de Navarrete, que hemos podido recopilar para nuestro Diccionario Achicallende:

 

Fernández de Aguirre, tiene 110 portadores de primer apellido y 102 de segundo, más de la mitad en Vizcaya y luego unos pocos en Álava y menos en Barcelona.

 

Fernández de Arellano. No consta en el Nomenclátor de apellidos vascos. Tiene 9 portadores de primer apellido y 14 de segundo, prácticamente todos en Madrid.

 

Fernández de Arroyabe, consta en el Nomenclátor de apellidos vascos. Hay 280 personas apellidadas así de primero y 242 de segundo, la mitad en Álava y el resto en otras 6 provincias españolas, por este orden de mayor a menor número de portadores: Vizcaya, Guipúzcoa, Barcelona, Navarra, Madrid y La Rioja. Con la forma eusquérica Fernández de Arroiabe tiene 38 portadores de primer apellido y 33 de segundo repartidos en Guipúzcoa, Vizcaya y Álava por este orden. Obsérvese que hay más en provincias como Guipúzcoa y Vizcaya que en Álava, que tiene la mitad de portadores de la forma castellana del apellido.

 

Fernández de Betoño. Con este apellido, que no consta en el Nomenclátor de Euskaltzaindia, hay 101 personas que lo llevan de primero y 76 de segundo. Casi todos residen en Álava y unos pocos en Guipúzcoa y Madrid por este orden. Betoño no consta tampoco como apellido vasco en el Nomenclátor de Euskaltzaindia, sí en cambio Betoñu. Pero ni Betoño ni Betoñu tiene portadores según el Padrón del INE (al menos no más de 4).

 

Fernández de Gamboa. No está en el Nomenclátor. Cuenta con 130 portadores de primer apellido y 136 de segundo, presentes, por este orden, en Álava, Madrid, Vizcaya y Guipúzcoa.

 

Fernández de Garayalde consta en el Nomenclátor de Euskaltzaindia. Tiene 29 portadores de primer apellido y 22 de segundo repartidos entre Navarra y Álava por este orden.

 

Fernández de Landa. No está en el Nomenclátor. Tiene 252 portadores de primer apellido y 186 de segundo. Casi la mitad en Álava y el resto en otras 8 provincias españolas, por orden de más a menos en: Madrid, Navarra, Guipúzcoa, Valencia, Barcelona, Vizcaya, Guadalajara y La Coruña.

 

Fernández de Larrinoa. No está en el Nomenclátor. Tiene 185 portadores de primer apellido y 149 de segundo. Más de la mitad en Álava y el resto en otras 4 provincias españolas, por este orden: Vizcaya, Madrid, Guipúzcoa y La Coruña.

 

Fernández de Lecea. Aparece en el Nomenclátor. Cuenta con 32 portadores como primer apellido y 23 como segundo, repartidos entre Álava y Guipúzcoa por este orden. La forma eusquérica Fernández de Lezea nos da 10 portadores de primer apellido, todos en Guipúzcoa.

 

Fernández de Leceta. No está en el Nomenclátor. Tiene 71 portadores de primer apellido y 101 de segundo, la mayoría en Álava y luego unos pocos en Vizcaya, Navarra y Madrid por este orden.

 

Fernández de Matauco, tiene 26 portadores de primero y 40 de segundo, de los cuales 21 y 29 están en Álava y el INE no nos da más provincias.

 

Fernández de Piérola, no está en el Nomenclátor. Cuenta con 60 portadores de primer apellido y 52 de segundo. Donde más en Navarra, seguida de La Rioja, Madrid y Guipúzcoa, por este de mayor a menor presencia.

 

Fernández de Retana, tampoco en Nomenclátor. Cuenta con 353 portadores de primer apellido y 282 de segundo. Más de la mitad en Álava. Y luego está presente en otras ocho provincias españolas por este orden de más a menos: Vizcaya, Guipúzcoa, Barcelona, Madrid, Burgos, Cádiz, Navarra y La Rioja.

 

Fernández de Velasco, con 176 portadores de primer apellido y 169 de segundo. Más de la mitad en Madrid y luego, por este orden, en Toledo, Cantabria, Valladolid, Valencia y Barcelona.

 

Portada

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.