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Lunes, 12 de Febrero de 2024 Tiempo de lectura:

Carlos Sánchez de Roda: “La verdad del 11M se encontraba en los trenes, pero no interesaba descubrirla y se abandonó o destruyó todo lo que llevaba a ella”

[Img #25524]Carlos Sánchez de Roda nació en Badajoz, está casado y tiene dos hijos. Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos por la Universidad Politécnica de Madrid, inició su actividad profesional en la estación de Sierra Nevada, para después desarrollarla durante 32 años en el sector ferroviario.

 

Sánchez de Roda vivió muy de cerca el 11-M, y ha seguido y estudiado con interés su posterior investigación. Autor del libro Los trenes del 11-M, ha publicado numerosos artículos de prensa y ha intervenido en debates de radio y televisión en relación con la investigación del atentado, desvelando las extrañas circunstancias que rodearon las actuaciones policiales y judiciales sobre los trenes y su contenido. Ha sacado a la luz hechos tan importantes como fue la reparación y no desguace de uno de los trenes. Ahora publica en Ediciones La Tribuna Los misterios del 11M, un libro tan fascinante y revelador como necesario y trascedental para entender lo que realmente sucedió en los atentados terroristas que conmocionaron a España el 11 de marzo de 2004.

 

¿Qué le motivó a investigar exhaustivamente y escribir sobre los atentados del 11M?

 

Viví muy de cerca el 11-M. El tren que tomaba a diario para ir al trabajo tenía que llegar a la vía inmediata a la de los trenes de Alcalá, en la estación de Atocha, 10 minutos después de la hora en la que se produjeron las explosiones. Mi tren no llegó, hubo que desalojarlo antes, pero sí pude llegar a Atocha en metro. Nunca olvidaré lo que vi allí, y tampoco lo que vi al día siguiente en esa estación: el tren allí atacado estaba limpio, había desaparecido el material destrozado por las explosiones que había quedado en su interior. Esa primera sorpresa, unida a las peticiones de las víctimas y a las irregularidades de la investigación que más tarde vi publicadas y las que yo mismo iba descubriendo, fueron el acicate que me impulsó a investigar lo ocurrido.

 

¿Cuáles son los principales “misterios” del 11M que presenta en su libro?

 

Hay un hecho indiscutible: de los trenes no se obtuvo ningún indicio o pista que permitiese a los investigadores la identificación, localización y detención de los autores ni el conocimiento del arma del crimen. Toda la investigación oficial y la sentencia se basaron en una bolsa bomba que nadie vio en ningún tren. Para que eso pudiera ser así, hubo que destruir los trenes, hacer desaparecer o manipular toda evidencia que pudiera extraerse de ellos y tratar convenientemente la bolsa misteriosamente aparecida en una comisaría de Vallecas, para convertirla en la única prueba, En mi libro no presento teorías ni elucubraciones, sino hechos fehacientes, probados básicamente con documentos sumariales, declaraciones judiciales, testimonios personales y fotografías, algunas de ellas tomadas por mí mismo. Con todo ello, describo y analizo las principales actuaciones policiales y judiciales que hicieron posible ese desvío de la investigación, desde los trenes a las presuntas pruebas en las que se basó toda la instrucción, el juicio y la sentencia.

 

¿Fue el 11M una “conspiración”? ¿Cree que los responsables de los atentados se hallan en la cárcel?

 

No sé si fue una conspiración. Lo que sí afirmo es que si se actuó como se actuó, llevando la investigación por caminos ajenos al propio atentado, sería porque a alguien, con poder para actuar, no le interesaba que se llegase a los verdaderos autores de la masacre, los cuales, por ello, quedaron ocultos y en libertad, y quién sabe si premiados.

 

¿Cuál ha sido el mayor reto al que se ha enfrentado durante su investigación?

 

Creo que el mayor reto fue desentrañar lo ocurrido con el tren de Santa Eugenia y seguir personalmente los avatares que acompañaron sus últimos restos y su desaparición final. También fue un importante reto ir descubriendo todo lo ocurrido con las muestras atribuidas a los trenes, especialmente con las de metralla y con sus periciales específicas

 

¿Qué aporta su libro a la clarificación del 11-M?

 

Sobre todo, poner claramente al descubierto el falso camino que se emprendió en la investigación y que luego fue llevado a la sentencia, eludiendo, apartando, falseando o destruyendo toda prueba que procediese de los trenes, y tomando sólo en consideración las aportadas por una bolsa bomba que nunca se pudo demostrar que procediera de ningún tren, Para demostrarlo, en el libro aporto el detalle, bien documentado y probado, de las irregularidades que se produjeron en la investigación policial y judicial de los trenes y del material que se extrajo de ellos.

 

Durante su investigación, ¿qué descubrimientos le han sorprendido especialmente o han cambiado de una forma importante su perspectiva sobre los eventos?

 

Un importante descubrimiento ha sido el no desguace de uno de los trenes, el de Santa Eugenia, y el encontrarme con que el material próximo a su foco de explosión fue conservado en secreto durante ocho años, para finalmente ser objeto de un supuesto y rocambolesco robo llevado a cabo con indiferencia e incluso ayuda policial. También ha sido importante el descubrimiento del insólito tratamiento sufrido por las muestras de metralla atribuidas a los trenes, con extrañas y nunca explicadas apariciones, transformaciones y desapariciones de esas muestras entre pericial y pericial

 

¿Cómo ve el papel desempeñado por la Policía y la Justicia y la investigación oficial en la investigación del 11-M?

 

Fue realmente lamentable la actuación policial en la investigación del 11-M, en especial la del grupo Tedax del comisario Sánchez Manzano. Los trenes se destruyeron con presencia policial; ingentes cantidades de material probatorio, afectado directamente por las explosiones, fueron retiradas de los trenes en las horas inmediatas al atentado, con protagonismo policial, sin que nunca se haya sabido qué fue de ellas; la recogida de muestras por los agentes Tedax fue caótica, sin que conste la existencia de la obligatoria cadena de custodia con la inicial lista de las que se iban a custodiar; con 12 explosiones, los Tedax fueron incapaces de determinar el explosivo utilizado; las periciales de metralla fueron un sinsentido; las periciales sobre los trenes se realizaron cuando ya no había trenes, y se utilizaron para realizarlas fotografías tomadas por municipales, ferroviarios y bomberos; policías municipales y nacionales estuvieron presentes en el supuesto robo de los últimos restos del tren de Santa Eugenia, sin impedirlo o incluso colaborando en cierta medida con los ladrones; policías admitieron la bolsa de Vallecas como prueba después de ser testigos de que no estuvo nunca en El Pozo, de su increíble tratamiento y de su “desactivación”, en la que hicieron desaparecer las pocas fotografías que el Comisario General permitió tomar. En cuanto a la Justicia, ella toleró y colaboró con todo lo anterior sin inmutarse.

 

¿Qué mensaje le gustaría transmitir a las familias de las víctimas del 11-M?

 

Que no desfallezcan, que a pesar de todo sigan creyendo en la justicia. Algún día verán la luz y se hará justicia y llegarán a saber quién les hizo tanto daño y por qué. Como decía el gran Gabriel Moris, víctima y perito en la pericial de explosivos, no hay que olvidar lo inolvidable.

 

En su opinión, ¿la “verdad judicial” del 11M se acerca a la “verdad real” de lo sucedido?

 

La verdad real se encontraba en los trenes, pero al parecer no interesaba descubrirla y se abandonó o destruyó todo lo que llevaba a ella. Se acudió a algo ajeno a los trenes y al propio atentado para montar sobre ello esa verdad judicial. Evidentemente, ambas verdades son distintas. No se habrían realizado tantos despropósitos para no cambiar nada.

 

Veinte años después, ¿Cuál cree usted que ha sido el legado del 11-M en la sociedad española y cómo ha influido en su desarrollo institucional y político?

 

El 11-M, con su verdad judicial, provocó un auténtico cataclismo en la sociedad española cuyas consecuencias seguimos sufriendo. Creo que todos estaremos de acuerdo en que sin el 11-M y su posterior manipulación Zapatero no habría ganado las elecciones, con todo lo que eso implica. Se suele decir que desde el 11-M todo es 11-M. y es verdad.

 

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