El bloque nacionalsocialista continúa su "marcha sobre Roma" contra la libertad y la democracia en España. No es necesario referir todos y cada uno de los ataques que el bloque nacionalsocialista comete contra España, están a la vista desde hace cinco años para cualquiera que no sea un fanático o un cretino irredento.

Pero nada se podría hacer desde este PSOE de Hugo Sánchez (https://latribunadelpaisvasco.com/art/18957/hugo-sanchez) si no contase con un relato, por endeble y falso que sea, con que envolver la mentira para hacerla digerir a su ovina parroquia. Recuerden: ¡cómo provocan los judíos!, se quejaban otros nacionalsocialistas.

Y ese relato no sería posible sin la infantería propagandística que es una auténtica falange dedicada al terrorismo desinformativo. Alguien decía estos días que la izquierda y sus socios son magos de la propaganda, pero es falso, pues sus técnicas son transparentes: esparcir falsedades sin el menor rubor, repetir consignas sin cesar, anatemización del oponente, demonización del adversario, omertá sobre los propios delitos, ocultación del incremento de violencia nunca vista en nuestro país a raíz de la entrada masiva de inmigrantes ilegales, ventilador de odio y mentira... Nuestro gobierno nacionalsocialista es el perfecto continuador de su maestro Goebbles. Al fin y al cabo, en contra de lo que nos quieren hacer creer, para ser fascista es requisito sine qua non ser previamente socialista, de ahí que éstos se confundan ya con aquéllos.

No se puede practicar el terrorismo desinformativo sin los necesarios esbirros. Tampoco es necesario hacer un esfuerzo para identificarlos: son los medios que no podrían sobrevivir sin las ayudas públicas, cuyos empleados no hacen preguntas incómodas, son lo que en las tertulias arremeten contra una política del PP porque su novio tiene un conflicto con Hacienda (como si Hacienda tuviera siempre la razón y no abusara de su posición con frecuencia), son los que justifican o encubren el despojo, los que legitiman la muerte de la libertad en aras de una ideología siempre subversiva y totalitaria, los que respaldan los ataques al adversario y hacen el trabajo sucios de sus amos, los que pierden la dignidad por un plato de lentejas y por las migajas de los poderosos, y todos, sin excepción, se autotodefinen como progresistas que es algo así como si Hitler se definiera como filántropo.

Para esta gentuza sin escrúpulos la violencia de todo tipo, si es ejercida por la izquierda, no es un último e indeseado recurso, sino un medio aceptable. De ahí sus alianzas: Bildu, Hamas, Maduro, etc.

Clama el cielo que a pesar de la evidencia aún haya periodistas supuestamente no afectos al régimen que sostengan que todo es consecuencia de la traición de dos chulos de bolera cuando éstos no son sino los machacas del sistema creado por Hugo Sánchez desde el mismo instante en que alcanzó el poder en el PSOE. El diseño ya estaba organizado desde Zapatero: alianza con todos los enemigos de la nación y mantenimiento a toda costa en el poder destruyendo el sistema constitucional. Lo que podemos denominar sin riesgo a equivocarnos como terrorismo gubernamental y que se manifiesta en la invasión y colonización de todos los poderes del Estado, la infección de todas las instituciones, la ausencia de responsabilidad, las fronteras abiertas a la inmigración ilegal y al narco, concesiones sin límite a los independentistas y las políticas de empobrecimiento masivo de la población, entre otras hazañas.

El gobierno, como en Venezuela, se convierte abiertamente en una mafia, lo que ahora descubren atónitos algunos ingenuos del PP (https://latribunadelpaisvasco.com/art/18374/fascismo-blando)

Así no extraña que nuestro país esté siendo objeto de una violencia masiva y en cadena que viola España igual que a esas muchachas violadas en grupo que no importan sin los violadores son africanos. Ellas han de conformarse sin apenas otra compensación que una discreta condena como si su sufrimiento fuera inevitable y un pecado venial del mismo modo que España ha de conformarse y callar si quien la asesina (ETA, Covid), agrede y roba es la izquierda. Es la naturalidad del crimen cuando la agresión es socialista y se justifica falazmente en la supuesta concordia que oculta el motivo evidente de darle al criminal lo que desea. La confrontación es imperativa porque cualquier defensa es legítima frente a la imposición de una dictadura.