Un seguidor de Donald Trump ha sido asesinado en el centro de Portland tras ser tiroteado en el pecho por un hombre perteneciente a una manada de manifestantes antifa y de extrema-izquierda que patrullaban la capital de Oregon en apoyo del movimiento comunista Black Lives Matter (BLM).

Desde hace más de un año, Portland, bajo control del Partido Demócrata, es una urbe caótica en manos de los movimientos antifa y BLM. En esta ciudad de Oregón, y ante el silencio cómplice y cruel de los mainstrain media occidentales, se ha atacado impunemente a decenas de personas pertenecientes al Partido Republicano, se ha vetado el pensamiento conservador, se han asaltado comercios, se ha golpeado gravamente a los pocos periodistas que han tratado de denunciar la situación y las algaradas callejeras han sido una constante permanente. La amenaza del totalitarismo comunista sobre la ciudad ha llegado hoy a su máxima expresión con el asesinato de un hombre por el simple hecho de portar un gorro con el lema "Patriot Prayer", una de las pocas organizaciones que ha sido capaz de enfrentarse en Portland a la tiranía alentada por los terroristas antifas y la extrema-izquierda del BLM.

La policía de Portland, que desde hace meses está siendo refrenada por la alcaldía del Partido Demócrata a la hora de reprimir la violencia sectaria neocomunista, se ha limitado a afirmar, a través de un comunicado de prensa, que "es importante que los detectives obtengan una imagen completa y precisa de lo que sucedió antes, durante y después del tiroteo".

En el discurso en el que aceptó la candidatura de su partido a la reelección, Donald Trump describió acertadamente a Portland como una ciudad gobernada por la extrema-izquierda, sumida en el caos e incapaz de poner fin a esta larga ola violencia. Hoy mismo, Donald Trump ha compartido un mensaje en Twitter en el que describe al alcalde de Portland, Ted Wheeler, como un "jodido idiota inútil".