Nuevos documentos desclasificados
La Agencia de Inteligencia de Defensa del Gobierno de EEUU reconoce que los encuentros con ovnis pueden provocar quemaduras por radiación, sensaciones telepáticas o experiencias extrasensoriales
![[Img #21789]](https://latribunadelpaisvasco.com/upload/images/04_2022/1724_ufo-ge2879cd98_1920.png)
1.500 documentos altamente impactantes de la Agencia de Inteligencia de la Defensa (DIA) del Gobierno de Estados Unidos obtenidos por The Sun tras una solicitud basada en la “Freedom of Information Act (FOIA)” revelan que el Ejército norteamericano estudia en profundidad el impacto que el avistamiento o el contacto con ovnis ha tenido en la salud de múltiples testigos.
Concretamente, uno de los informes a los que ha tenido acceso el periódico británico, titulado “Anomalous Acute and Subacute Field Effects on Human Biological Tissues” (“Efectos de campo agudos y subagudos anómalos en tejidos humanos y biológicos”), presenta una "base de datos útil" que enumera los posibles efectos biológicos que los avistamientos de ovnis pueden producir en los seres humanos, así como su frecuencia. El listado incluye el análisis de sucesos extraños como "aparentes secuestros", "embarazos no explicados", “encuentros sexuales” y experiencias de telepatía y de teletransportación percibida. El estudio revela que hay constancia de “cinco encuentros sexuales entre alienígenas y humanos”. El trabajo de la DIA detalla también que los avistamientos de ovnis pueden dejar en los testigos “heridas de quemaduras por radiación, problemas cerebrales y daños en el sistema nervioso”. “Se ha descubierto que los humanos han resultado heridos por exposiciones a vehículos anómalos, especialmente en el aire y cuando están muy cerca", se señala en la investigación, que también apunta a que la causa de estos efectos puede hallarse en la radiación electromagnética vinculada a "sistemas de propulsión relacionados con determinadas energías".
"Se han recopilado con precisión suficientes incidentes/accidentes y se han adquirido datos médicos para respaldar la hipótesis de que algunos sistemas avanzados (ovnis) ya están desplegados y son opacos para la comprensión total de los EEUU", se lee en el informe, que añade que “los análisis médicos, aunque no requieren la invención de una biofísica alternativa, indican el uso de (para nosotros) sistemas de energía no convencionales y avanzados".
En el informe se señala que la DIA tiene 42 casos médicos bien estudiados y otros 300 casos similares "no publicados", en los que los humanos habían resultado heridos después de encuentros "anómalos".
Según The Sun, otro de los documentos a los que ha tenido acceso es una investigación “fascinante” que establece cómo categorizar el "comportamiento anómalo" de encuentros con "fantasmas, yetis, espíritus, elfos y otras entidades míticas/legendarias", clasificadas como "AN3", y otros fenómenos relacionados con experiencias cercanas a la muerte y milagros religiosos, clasificados como “AN4”. También se clasifican los poltergeists, los círculos de las cosechas, la combustión humana espontánea, las abducciones extraterrestres y otros eventos paranormales.
Todos los documentos de la DIA a los que ha accedido The Sun forman parte del programa secreto de ovnis del Pentágono denominado “Programa de identificación de amenazas de aviación avanzada” (AATIP en sus siglas en inglés).
The Sun solicitó por primera vez una copia de “todos los archivos, informes o archivos de vídeo" relacionados con el AATIP el 18 de diciembre de 2017, en virtud de la Ley de Libertad de Información, solo unos días después de que se hiciera pública la existencia del programa por The New York Times. Finalmente, después de más de cuatro años, la DIA entregó más de 1.500 documentos, incluidos informes científicos encargados por el Gobierno y cartas al Pentágono sobre el programa.
AATIP fue un programa secreto del Pentágono que se desarrolló entre 2007 y 2012 para estudiar los ovnis. Su existencia fue revelada por el ex funcionario de inteligencia Luis Elizondo, que dirigió el programa. En una entrevista con la revista GQ, se le preguntó a Elizondo qué tipo de efectos en la salud y otros fenómenos pueden sufrir, por ejemplo, los pilotos que han sido testigos de avistamientos ovni.
"Debo tener cuidado, no puedo hablar muy específicamente, pero uno podría imaginar que recibes un informe de un piloto que dice: 'Lue, es realmente extraño. Estaba volando y me acerqué a esa cosa y regresé a casa y fue como si me hubiera quemado el sol. Estuve rojo durante cuatro días’. Bueno, eso es un signo de radiación. Eso no es una quemadura solar, es una quemadura por radiación”.
“Otro piloto podría decir, ‘Lue, estoy en el hospital. He tengo síntomas que son indicativos de daño por microondas, es decir, lesiones internas, e incluso en mi cerebro hay algo de morfología allí’”.
“También pudiera ser que una persona se acercara a mí y me dijera: ‘¿Sabes, Lue, es realmente extraño. Sentí que estuve allí solo cinco minutos, pero cuando miré mi reloj habían pasado 30 minutos, pero solo usé cinco minutos de combustible ¿Cómo es eso posible?'”. "Bueno, creemos que hay una razón para eso, y probablemente tenga que ver con la deformación del espacio-tiempo".
La gran cantidad de informes recientemente desclasificados contiene cartas del senador Harry Reid, que solicita que el proyecto se clasifique como de alto secreto, así como documentos sobre contratistas. Muestra, por ejemplo, cómo se otorgó un contrato a Bigelow Aerospace Advanced Space Studies (BLASS) por 12 millones de dólares para estudiar "amenazas de armas aeroespaciales avanzadas desde el presente hasta 40 años en el futuro". De hecho, en una carta de 2009, el senador Reid describe cómo el programa ya ha identificado "varias tecnologías aeroespaciales no convencionales altamente sensibles" que requerirían "protección extraordinaria".
Todo esto se produce cuando el Pentágono acaba de abrir una nueva oficina para investigar los ovnis, sus orígenes y los intentos de "capturar o explotar" naves misteriosas. La unidad se denomina “Oficina de Vigilancia y Resolución de Anomalías (ARSO)” e investigará si las extrañas naves que han estado persiguiendo a múltiples unidades del Ejército de Estados Unidos son tecnología desconocida de Rusia o China o algo mucho más extraño.
![[Img #21785]](https://latribunadelpaisvasco.com/upload/images/04_2022/7289_screenshot-2022-04-07-at-10-03-18-ufos-had-sexual-encounters-with-people-left-woman-pregnant-says-pentagon-docs.png)
![[Img #21786]](https://latribunadelpaisvasco.com/upload/images/04_2022/5742_screenshot-2022-04-07-at-10-04-02-ufos-had-sexual-encounters-with-people-left-woman-pregnant-says-pentagon-docs.png)
![[Img #21787]](https://latribunadelpaisvasco.com/upload/images/04_2022/8527_screenshot-2022-04-07-at-10-04-31-ufos-had-sexual-encounters-with-people-left-woman-pregnant-says-pentagon-docs.png)
![[Img #21788]](https://latribunadelpaisvasco.com/upload/images/04_2022/8595_screenshot-2022-04-07-at-10-04-56-ufos-had-sexual-encounters-with-people-left-woman-pregnant-says-pentagon-docs.png)
1.500 documentos altamente impactantes de la Agencia de Inteligencia de la Defensa (DIA) del Gobierno de Estados Unidos obtenidos por The Sun tras una solicitud basada en la “Freedom of Information Act (FOIA)” revelan que el Ejército norteamericano estudia en profundidad el impacto que el avistamiento o el contacto con ovnis ha tenido en la salud de múltiples testigos.
Concretamente, uno de los informes a los que ha tenido acceso el periódico británico, titulado “Anomalous Acute and Subacute Field Effects on Human Biological Tissues” (“Efectos de campo agudos y subagudos anómalos en tejidos humanos y biológicos”), presenta una "base de datos útil" que enumera los posibles efectos biológicos que los avistamientos de ovnis pueden producir en los seres humanos, así como su frecuencia. El listado incluye el análisis de sucesos extraños como "aparentes secuestros", "embarazos no explicados", “encuentros sexuales” y experiencias de telepatía y de teletransportación percibida. El estudio revela que hay constancia de “cinco encuentros sexuales entre alienígenas y humanos”. El trabajo de la DIA detalla también que los avistamientos de ovnis pueden dejar en los testigos “heridas de quemaduras por radiación, problemas cerebrales y daños en el sistema nervioso”. “Se ha descubierto que los humanos han resultado heridos por exposiciones a vehículos anómalos, especialmente en el aire y cuando están muy cerca", se señala en la investigación, que también apunta a que la causa de estos efectos puede hallarse en la radiación electromagnética vinculada a "sistemas de propulsión relacionados con determinadas energías".
"Se han recopilado con precisión suficientes incidentes/accidentes y se han adquirido datos médicos para respaldar la hipótesis de que algunos sistemas avanzados (ovnis) ya están desplegados y son opacos para la comprensión total de los EEUU", se lee en el informe, que añade que “los análisis médicos, aunque no requieren la invención de una biofísica alternativa, indican el uso de (para nosotros) sistemas de energía no convencionales y avanzados".
En el informe se señala que la DIA tiene 42 casos médicos bien estudiados y otros 300 casos similares "no publicados", en los que los humanos habían resultado heridos después de encuentros "anómalos".
Según The Sun, otro de los documentos a los que ha tenido acceso es una investigación “fascinante” que establece cómo categorizar el "comportamiento anómalo" de encuentros con "fantasmas, yetis, espíritus, elfos y otras entidades míticas/legendarias", clasificadas como "AN3", y otros fenómenos relacionados con experiencias cercanas a la muerte y milagros religiosos, clasificados como “AN4”. También se clasifican los poltergeists, los círculos de las cosechas, la combustión humana espontánea, las abducciones extraterrestres y otros eventos paranormales.
Todos los documentos de la DIA a los que ha accedido The Sun forman parte del programa secreto de ovnis del Pentágono denominado “Programa de identificación de amenazas de aviación avanzada” (AATIP en sus siglas en inglés).
The Sun solicitó por primera vez una copia de “todos los archivos, informes o archivos de vídeo" relacionados con el AATIP el 18 de diciembre de 2017, en virtud de la Ley de Libertad de Información, solo unos días después de que se hiciera pública la existencia del programa por The New York Times. Finalmente, después de más de cuatro años, la DIA entregó más de 1.500 documentos, incluidos informes científicos encargados por el Gobierno y cartas al Pentágono sobre el programa.
AATIP fue un programa secreto del Pentágono que se desarrolló entre 2007 y 2012 para estudiar los ovnis. Su existencia fue revelada por el ex funcionario de inteligencia Luis Elizondo, que dirigió el programa. En una entrevista con la revista GQ, se le preguntó a Elizondo qué tipo de efectos en la salud y otros fenómenos pueden sufrir, por ejemplo, los pilotos que han sido testigos de avistamientos ovni.
"Debo tener cuidado, no puedo hablar muy específicamente, pero uno podría imaginar que recibes un informe de un piloto que dice: 'Lue, es realmente extraño. Estaba volando y me acerqué a esa cosa y regresé a casa y fue como si me hubiera quemado el sol. Estuve rojo durante cuatro días’. Bueno, eso es un signo de radiación. Eso no es una quemadura solar, es una quemadura por radiación”.
“Otro piloto podría decir, ‘Lue, estoy en el hospital. He tengo síntomas que son indicativos de daño por microondas, es decir, lesiones internas, e incluso en mi cerebro hay algo de morfología allí’”.
“También pudiera ser que una persona se acercara a mí y me dijera: ‘¿Sabes, Lue, es realmente extraño. Sentí que estuve allí solo cinco minutos, pero cuando miré mi reloj habían pasado 30 minutos, pero solo usé cinco minutos de combustible ¿Cómo es eso posible?'”. "Bueno, creemos que hay una razón para eso, y probablemente tenga que ver con la deformación del espacio-tiempo".
La gran cantidad de informes recientemente desclasificados contiene cartas del senador Harry Reid, que solicita que el proyecto se clasifique como de alto secreto, así como documentos sobre contratistas. Muestra, por ejemplo, cómo se otorgó un contrato a Bigelow Aerospace Advanced Space Studies (BLASS) por 12 millones de dólares para estudiar "amenazas de armas aeroespaciales avanzadas desde el presente hasta 40 años en el futuro". De hecho, en una carta de 2009, el senador Reid describe cómo el programa ya ha identificado "varias tecnologías aeroespaciales no convencionales altamente sensibles" que requerirían "protección extraordinaria".
Todo esto se produce cuando el Pentágono acaba de abrir una nueva oficina para investigar los ovnis, sus orígenes y los intentos de "capturar o explotar" naves misteriosas. La unidad se denomina “Oficina de Vigilancia y Resolución de Anomalías (ARSO)” e investigará si las extrañas naves que han estado persiguiendo a múltiples unidades del Ejército de Estados Unidos son tecnología desconocida de Rusia o China o algo mucho más extraño.